La importancia de estar presente
El sábado pasado tuve la oportunidad de apoyar a servir los desayunos. Gustavo se encargó de preparar una olla grande de sopa. Ese día quise estar consciente de cada uno de mis movimientos. Es decir, observar la forma en que recibía los platos de las personas y servía. Observar desde dónde estaba realizando la acción. ¿Desde la carencia? ¿Desde la lástima? ¿Desde la abundancia y generosidad? ¿Desde la superioridad? ¿Desde lo rutinario? Quise que ese momento presente significara algo para mí y para ellos. No es un día más de comida. No es un tiempo más de comida. Ese día debiera representar algo en mi vida. Algo en la vida de los demás. Quise compartir desde la abundancia. Desde la gratitud. Desde ese mundo de generosidad. Desde ese mundo en el que nos encontramos ellos yo y le damos paso a un nosotros. Vernos y sentirnos en un mundo en el que compartimos. Una comunidad en la que por un instante nos vemos plenos. Más allá del abogado que entre semana ocupa su tiempo en temas jurídicos